Matz, H., Orion, E., & Wolf, R. (2003). Balneotherapy in dermatology. Dermatologic therapy, 16(2), 132-140.
La balneoterapia y la terapia de spa surgieron como una modalidad de tratamiento importante en el siglo XIX, primero en Europa y luego en los Estados Unidos. La balneoterapia implica la inmersión del paciente en baños o piscinas de agua mineral.
Hoy en día, la terapia del agua se practica en muchos países. Ejemplos de lugares únicos y especiales para la balneoterapia son el Mar Muerto en Israel, las aguas termales de Kangal en Turquía y la Laguna Azul en Islandia.
Bañarse en agua con una alta concentración de sal es seguro, efectivo y agradable para la curación y la recuperación.
Este enfoque no necesita químicos ni drogas potencialmente dañinas. Casi no hay efectos secundarios durante y después del tratamiento, y existe un riesgo muy bajo para la salud y el bienestar general del paciente. Las aguas minerales y los lodos se usan comúnmente para el tratamiento de diversas afecciones dermatológicas.
Las principales enfermedades dermatológicas que con frecuencia se tratan con balneoterapia con una alta tasa de éxito son la psoriasis y la dermatitis atópica. Los mecanismos por los cuales se alivian los espectros amplios de enfermedades mediante la terapia de spa no se han dilucidado completamente. Probablemente incorporan efectos químicos, térmicos, mecánicos e inmunomoduladores.