Derry, H. M., Jaremka, L. M., Bennett, J. M., Peng, J., Andridge, R., Shapiro, C., … & Glaser, R. (2015). Yoga and self‐reported cognitive problems in breast cancer survivors: a randomized controlled trial. Psycho‐Oncology, 24(8), 958-966.
OBJETIVOS: Los sobrevivientes de cáncer a menudo informan problemas cognitivos. Además, las disminuciones en la actividad física generalmente ocurren durante el curso del tratamiento del cáncer. Aunque la actividad física beneficia la función cognitiva en poblaciones no cancerosas, la evidencia que vincula la actividad física con la función cognitiva en los sobrevivientes de cáncer es limitada. En nuestro reciente ensayo controlado aleatorio, las sobrevivientes de cáncer de seno que recibieron una intervención de yoga tuvieron menor fatiga e inflamación después del ensayo en comparación con un grupo de control de lista de espera. Este análisis secundario del ensayo de los padres abordó el impacto del yoga en las quejas cognitivas.
MÉTODOS: Las sobrevivientes de cáncer de seno en etapa 0-IIIA postratamiento (n = 200) fueron aleatorizadas a una intervención de Hatha yoga de 12 semanas, dos veces por semana o un grupo de control de lista de espera. Los participantes informaron quejas cognitivas utilizando la Escala de problemas cognitivos del ensayo de prevención de cáncer de mama al inicio del estudio, inmediatamente después de la intervención y un seguimiento de 3 meses.
RESULTADOS: Las quejas cognitivas no difirieron significativamente entre los grupos inmediatamente posteriores a la intervención (p = 0.250). Sin embargo, a los 3 meses de seguimiento, los puntajes de la Escala de Problemas Cognitivos del Ensayo de Prevención del Cáncer de Mama de los participantes del yoga fueron un promedio de 23% más bajos que los puntajes de los participantes de la lista de espera (p = 0.003). Estas diferencias grupales en las quejas cognitivas se mantuvieron después de controlar la angustia psicológica, la fatiga y la calidad del sueño. De acuerdo con los resultados primarios, aquellos que practicaron yoga con más frecuencia informaron significativamente menos problemas cognitivos a los 3 meses de seguimiento que aquellos que practicaron con menos frecuencia (p <0.001).
CONCLUSIONES: Estos hallazgos sugieren que el yoga puede reducir eficazmente las quejas cognitivas de las sobrevivientes de cáncer de mama y generar más investigaciones sobre las intervenciones de actividad física y mental para mejorar los problemas cognitivos relacionados con el cáncer.