Flores australianas: qué son y por qué elegirlas; por Katia Porzio Vernino, Naturópata

Flores de Bach , californianas y … ¡australianas! Incluso la isla más grande del mundo, tan grande (7,682,300 kilómetros cuadrados) para ser considerada un continente, se ha convertido en la protagonista de la terapia floral en las últimas décadas gracias a Ian White y sus estudios sobre las flores australianas .

Quien es Ian White?

Nombrar a Ian White significa decir Australian Bush Flower Essences , la gran casa que se ocupa de producir y distribuir esencias y productos basados ​​en flores australianas en todo el mundo. White es el fundador, además de ser un Naturópata y herbolario durante cinco generaciones y por sus estudios, se inspiró en el conocimiento de los aborígenes australianos sobre las capacidades terapéuticas de las flores.

Así nacieron las flores australianas, pero ¿qué son exactamente?

Estos son setenta remedios florales destinados a actuar sobre aspectos emocionales, psicosomáticos, hormonales e inmunes. Su especificidad estaría en los tiempos de intervención: más rápido (según la terapia floral) que los de sus primos californianos y las flores de Bach más famosas. De hecho, las flores australianas se caracterizarían por una intensa carga energética y por una fuerte fuerza vibratoria .

Cómo elegirlos .

Para descubrir cuál de las setenta Flores descubiertas por Ian White serían las adecuadas para usted, la mejor solución es siempre recurrir a un buen terapeuta de flores , capaz no solo de permitirle elegir entre las tarjetas que representan las Flores, sino también de preste atención a usted, sus palabras y el lenguaje verbal y no verbal que utilizará durante la consulta. De esta forma, podrá asesorarle sobre el remedio o la mezcla más adecuados.

Cómo contratarlos .

La dosis estándar es de 7 gotas debajo de la lengua mañana y tarde . Además, es posible aplicarlos sobre la piel pura o además de cremas, aceites, pomadas y geles o incluso diluirlos en el agua del baño . En el primer caso, la dosis es de 7 gotas por remedio por media taza de crema, aceite, pomada o gel, mientras que en la bañera se vierten de 15 a 20 gotas por esencia.