Aranow, C. (2011). Vitamin D and the immune system. Journal of investigative medicine, 59(6), 881-886.
Ahora está claro que la vitamina D tiene papeles importantes además de sus efectos clásicos sobre la homeostasis del calcio y los huesos. Como el receptor de vitamina D se expresa en las células inmunes (células B, células T y células presentadoras de antígeno) y todas estas células inmunológicas son capaces de sintetizar el metabolito activo de la vitamina D, la vitamina D tiene la capacidad de actuar de manera autocrina de una manera medio inmunológico local. La vitamina D puede modular las respuestas inmunes innatas y adaptativas.
La deficiencia de vitamina D se asocia con una mayor autoinmunidad, así como una mayor susceptibilidad a la infección. Como las células inmunes en las enfermedades autoinmunes responden a los efectos de mejora de la vitamina D, los efectos beneficiosos de suplementar a los individuos con deficiencia de vitamina D con enfermedad autoinmune pueden extenderse más allá de los efectos sobre la homeostasis ósea y de calcio.