Las proteínas son los componentes básicos de nuestro cuerpo. Están involucrados en varios procesos fundamentales, tales como:
➤reparación de huesos y tejidos
➤desarrollo muscular
➤producción de enzimas
Independientemente de la actividad física moderada, intensa y agonista, la elección de proteínas para llevar a la mesa siempre debe hacerse con cuidado. Analicemos los pros y los contras de las dos opciones.
Proteína animal
Las proteínas animales se consideran ” nobles ” porque contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo no puede producir por sí solo y que debe introducir con los alimentos (la quinoa y el trigo sarraceno también son fuentes de aminoácidos esenciales).
Sin embargo, el proceso digestivo debe ser considerado. Nuestro cuerpo tarda de 1 a 2 horas en digerir las proteínas animales, asimilando el 40% de los aminoácidos y produciendo el 60% de los desechos metabólicos de nitrógeno del hígado y los riñones, con el consiguiente riesgo de sobrecargar estos órganos excretores. Una acumulación excesiva de compuestos de nitrógeno puede producir inflamación en el cuerpo que resulta en varios tipos de molestias, incluidas las osteoarticulares, enemigos amargos de los atletas, porque afectan la actividad y el rendimiento.
Proteínas vegetales
Las principales fuentes son las legumbres (pero también están contenidas en parte en cereales y oleaginosas). En comparación con las proteínas animales, no contienen todos los aminoácidos esenciales, pero este problema se puede superar con una dieta equilibrada, en la que las legumbres, los granos enteros y las semillas se integran en las cantidades correctas. Indispensable, siempre, para una dieta saludable, integrar frutas y verduras en grandes porciones en su rutina diaria de alimentos.
Para aquellos que están orientados hacia una elección vegetariana, la ventaja radica en la menor dificultad digestiva y en la reducción de la carga en los órganos excretores . Además, las fibras contenidas en proteínas de origen vegetal favorecen un excelente tránsito intestinal y ayudan a mantener este órgano central en equilibrio.
A menos que haya elecciones de estilo de vida, regímenes dietéticos temporales o problemas de salud, es bueno optar por una dieta variada, equilibrando bien los alimentos.