La Organización Colegial Naturopática se adhiere a la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020

Los Profesionales Naturópatas, desde siempre, y como hecho natural, recomendamos la lactancia materna, con todas las ventajas que ello con lleva para la salud del niño, niña, de la madre, de la familia y de la sociedad en general; como fenómeno natural comporta también un estilo de vida saludable con todas las implicaciones positivas de salud que ello conlleva. Las ventajas son ya bien conocidas, la lactancia materna sigue afianzándose como valor positivo de salud y de estilo de vida saludable y mejora de la calidad de vida en general, individual y comunitaria.

El lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 es “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable” y se centrará en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente y el cambio climático, destacando que es imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para la salud del planeta y su gente.

Y las ventajas de la lactancia materna, y aunque son bien conocidas, exponemos algunas de ellas:

  1. La lactancia materna es la forma de alimentación que contribuye con mayor efectividad al desarrollo físico y mental del niño, proporcionándole nutrientes en calidad y cantidad adecuadas. Se recomienda que el niño reciba leche materna en forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y que constituya parte importante de la alimentación hasta los dos años. Las curvas de crecimiento confeccionadas a partir del peso y talla de niños alimentados con leche materna exclusiva los primeros seis meses de vida, muestran un crecimiento superior al de las de referencia basadas en los pesos de niños con lactancia mixta o artificial
  2. La leche materna ha sido definida como un fluido bioactivo, que permite a los niños así alimentados tener menor riesgo de contraer enfermedades infecciosas y presentar menor incidencia y severidad de éstas. La leche humana contiene una variedad de elementos inmunológicos que destruyen bacterias, virus y parásitos. Esta propiedad es más relevante en países en desarrollo con elevadas cifras de morbimortalidad infantil por enfermedades diarreicas u otras infecciones. La leche humana, además de dar inmunidad pasiva al niño, acelera la maduración de sus órganos y sistema inmunológico.
  3. Los niños amamantados tienen un mejor desarrollo de los arcos dentales, paladar y otras estructuras faciales y presentan una incidencia menor de caries que los niños que reciben mamadera.
  4. Se ha observado que los niños amamantados son más activos, presentan un mejor desarrollo psicomotor y mejor capacidad de aprendizaje. También se ha demostrado que niños prematuros alimentados con leche materna tienen un coeficiente intelectual, medido a los ocho años, significativamente superior a los que no recibieron leche materna. Investigaciones recientes muestran una mayor agudeza visual entre los niños que fueron amamantados comparados con los alimentados con fórmula.
  5. Al amamantar, el contacto piel a piel favorece el apego y estimula la creación de vínculos de amor y seguridad entre la madre y el niño, permitiendo que éste afirme su presencia como persona a través de la interacción con su madre.
  6. Es por ello que se considera que la interacción del niño o niña durante los primeros días, semanas y meses con sus padres, y la formación de las bases de su personalidad y seguridad en sí mismo, están estrechamente ligadas al amamantamiento.
  7. La succión de la mama inmediatamente después del parto puede reducir en la madre el riesgo de la hemorragia, y estimula la secreción de oxitocina, lo que favorece la salida y el flujo de la leche y retracción del útero. La lactancia produce cambios metabólicos en la mujer que le ayudan a aprovechar mejor los alimentos que ingiere. Se asocia con un menor riesgo de cáncer de ovario, de endometrio y mamario en la premenopausia.
  8. La lactancia es uno de los métodos más efectivos para espaciar los embarazos. La amenorrea de la lactancia exclusiva ofrece una protección de un 99% contra un nuevo embarazo durante los primeros seis meses.
  9. En poblaciones donde el acceso a los métodos de planificación familiar son limitados o inexistentes, la lactancia exclusiva permite espaciamientos de los embarazos de alrededor de dos años. Un mayor intervalo entre los nacimientos permite a la mujer tener tiempo para recuperar sus fuerzas y su estado nutritivo antes de tener otro niño.
  10. La lactancia permite un importante ahorro de recursos a nivel familiar y de la sociedad. Los productos sustitutos de la leche materna son caros y en ocasiones deben ser importados, lo que genera un gasto importante de divisas para el país. Las familias de muy bajos recursos alimentan a sus niños con mezclas diluidas de poco valor nutritivo, que no contribuyen a un crecimiento y desarrollo adecuados. Aportarle nutrientes adicionales a la madre que amamanta resulta más barato que comprar productos sustitutos de la leche materna. Favorecer la lactancia significa, además, ahorro de recursos para los servicios de salud por concepto de fórmulas, biberones y personal. La menor incidencia de problemas de salud del lactante determina menor gasto de recursos en hospitalización, medicamentos y atención sanitaria.

 

Tanto la OMS como UNICEF aconsejan que la lactancia materna se establezca dentro de la primera hora tras el nacimiento, que sea exclusiva durante los seis primeros meses de vida, y continúe hasta los dos años como mínimo con la complementación de otros alimentos.