¿Eso por abrumarte con preguntas?
¡Porque está en el origen de más de 300 funciones esenciales en el organismo que no pueden ocurrir sin él! tales como purificación de sangre, síntesis (transformación) de nutrientes y su almacenamiento.
Pero también porque es el órgano interno más grande del cuerpo, con un peso promedio de 1,5 kg. Para quienes aún no lo sepan: se encuentra dentro del vientre, en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo del diafragma, debajo de los pulmones.
Cuando está sano, el hígado filtra aproximadamente 1,7 l de sangre por minuto y puede producir hasta 1 l de bilis por día. Es el órgano principal en la filtración de sangre y, por lo tanto, de todos los elementos tóxicos, y esto obviamente requiere un trabajo enorme las 24 horas del día. Por tanto, es naturalmente el gran conductor del sistema digestivo, ya que se encarga de almacenar nutrientes como la glucosa, así como de la producción de proteínas, lípidos….
Entonces, si regularmente sientes fatiga repentina después de las comidas, ganas de tomarte un buen café para ponerte en marcha o la irresistible necesidad de tomar una siesta. ¡Así que ya es hora de adoptar las reglas básicas para cuidarlo!
Es por ello que debemos apoyar absolutamente a nuestro hígado con un estilo de vida más saludable, estableciendo ritmos regulares con horarios respetuosos de la cronobiología (conocimiento del reloj interno que rige la actividad de cada órgano según el ritmo circadiano más de 24 horas). Por eso las comidas orar en paz y con conciencia de lo que comemos (calidad / cantidad, etc …) debe ser la actitud correcta a adoptar !!! (sin límite de tiempo, sin abordar discusiones molestas con los hijos, el cónyuge, o peor aún mientras se conduce o se ve las noticias de la televisión… etc…).
Evidentemente, hay una serie de reglas a respetar que nunca es tarde para poner en marcha para recuperar una mejor higiene alimentaria. ¡¡¡Garantizar el suministro de los nutrientes que necesitamos y no los que nos dictan nuestros deseos y nuestros hábitos actuales no es una misión imposible !!!
La primera intención de cuidar nuestro hígado sería cerrar el grifo de cualquier sustancia química o tóxica que lo requiera para realizar un trabajo de desintoxicación adicional.
Ejemplos: abuso de alcohol, dieta rica en grasas monoinsaturadas (grasas animales desnaturalizadas al cocinar a la parrilla, barbacoa, etc.), exceso de queso de menor calidad (idealmente orgánico y elaborado con leche cruda), alimentos fritos y todos los alimentos de la industria agroalimentaria como platos preparados, refrescos, combinados con una vida sedentaria y estresante.
La automedicación como el paracetamol, así como antiinflamatorios no esteroideos, etc. .. en el consumo habitual para aliviar un pequeño dolor es algo que debe evitarse en nuestros hábitos para limitar el riesgo de intoxicación hepática.
Como segunda intención, reducir el factor “estrés” para favorecer el buen funcionamiento del hígado que sobre todo odia las molestias, una ola de frío en la digestión, comidas demasiado copiosas, sobrepeso, exceso de ira, miedos innecesarios, falta de sueño, horarios cambiantes… tantos factores dañinos que con el tiempo dañan y destruyen las células del hígado.
Para concluir, veo regularmente con mis clientes que una de cada tres personas ignora el valor de cuidar su hígado para mejorar su salud. Sin duda por desconocimiento de los principales signos de debilidad que nos envía nuestro cuerpo. Es por ello que una valoración de vitalidad Naturopática es ideal para aprender a cuidar nuestro hígado y mejorar su correcto funcionamiento a largo plazo gracias a un asesoramiento individualizado.
Fuente: naturo.io/