A medida que los días comienzan a acortarse y un frío de otoño vuelve al aire de la noche, muchas personas comienzan a experimentar un aumento en los sentimientos de ansiedad. Anticipar días fríos y oscuros, regresar a la escuela y dejar ir la “libertad” del verano puede hacernos preocuparnos más y sentirnos menos a gusto. Cuando eso sucede, a menudo buscamos ciertos alimentos como azúcar, papas fritas, café y alcohol para ayudar a aliviar algunos de nuestros síntomas. Sin embargo, eso puede exacerbar la ansiedad.
NUESTRO INTESTINO SE CONOCE COMO NUESTRO SEGUNDO CEREBRO POR UNA BUENA RAZÓN.
Nuestro intestino ahora se conoce como nuestro segundo cerebro, porque hay una conexión tan fuerte entre el cerebro y el intestino. Esto se debe a que la mayoría (¡más del 80%!) De nuestros neuroquímicos como la serotonina y la dopamina se producen en el intestino. El intestino tiene tres veces más nervios que envían información al cerebro que el cerebro tiene para comunicarse con el intestino. La conexión entre la digestión y el estado de ánimo es imprescindible para entender, y a menudo se pasa por alto.
LOS AMINOÁCIDOS SON ESENCIALES PARA LA CREACIÓN DE NEUROQUÍMICOS.
La proteína está compuesta de aminoácidos, que son esenciales para la creación de neuroquímicos. Si no estamos comiendo muchas proteínas, el intestino no tiene los componentes básicos necesarios, dejándonos deficientes en neurotransmisores calmantes y concentrados. Comer una variedad de carnes bien criadas y proteínas de origen vegetal es la mejor manera de asegurarse de obtener la variedad adecuada de aminoácidos.
EL CEREBRO Y EL SISTEMA NERVIOSO ESTÁN COMPUESTOS PRINCIPALMENTE DE GRASA.
Cada célula de su cuerpo está rodeada por una capa de grasa, que ayuda a que los nutrientes y los desechos entren y salgan de la célula. Comer grasas saludables garantiza una comunicación adecuada de célula a célula y una función nerviosa óptima para que el cerebro y el intestino puedan estar bien conectados. Estas grasas se conocen como ácidos grasos “esenciales” porque nuestro cuerpo no puede producirlas y requiere que las consumamos en nuestra dieta. Los alimentos en los que enfocarse son los aceites de coco y oliva, las carnes y la mantequilla alimentadas con pasto, las nueces y semillas crudas, los lácteos orgánicos enteros, el salmón y el pescado, los huevos y los aguacates.
EL PAPEL CRUCIAL QUE JUEGAN LAS VITAMINAS B EN LAS VÍAS BIOQUÍMICAS
Las vitaminas B juegan un papel crucial en las vías bioquímicas que ayudan a crear neurotransmisores equilibrados. Regulan el estado de ánimo, las hormonas reproductivas y la producción de energía. También se usan mucho cuando estamos estresados. Y, son solubles en agua, por lo que el cuerpo no puede almacenarlos. Los alimentos cargados de vitamina B son aguacate, granos enteros sin procesar, carne, huevos, lácteos, semillas de girasol, almendras y verduras de hojas verdes. ¡Y no olvide incorporar levadura nutricional en su dieta ya que contiene los niveles más altos de vitaminas B de cualquier alimento!
CAFEÍNA, AZÚCAR REFINADA Y CARBOHIDRATOS, GRASAS TRANS Y ALCOHOL.
Los alimentos como la cafeína, el azúcar refinada y los carbohidratos, las grasas trans y el alcohol pueden agotar las vitaminas B, por lo que es esencial evitar estos alimentos en momentos de mayor ansiedad o estrés. Debido a que nuestro sistema de respuesta al estrés fue creado para la supervivencia evolutiva, cuando percibimos una amenaza o un factor estresante, nuestro cuerpo buscará alimentos ricos en calorías para que podamos tener suficiente combustible para luchar o huir. En nuestro entorno moderno, rara vez enfrentamos una amenaza que utiliza estas calorías adicionales, por lo que terminamos almacenando los carbohidratos adicionales como grasa que luego secreta más cortisol (u hormona del estrés). El simple hecho de ser conscientes de esta tendencia natural puede ayudarnos a calmarnos de otras maneras, como el ejercicio o la respiración profunda, para evitar la trampa de usar comida chatarra para aliviar la ansiedad y la preocupación.