Dolor crónico – Abordaje Naturopático. Parte I: Sensibilidad a los Alimentos; por Philip Rouchotas, Naturópata ND

El dolor crónico afecta a un gran porcentaje de la población en general sobre una base diaria o de otra manera regular. Incluye una variedad de diferentes condiciones, tales como la osteoartritis (artritis por “desgaste”), artritis reumatoide, migraña, fibromialgia, dolor de espalda baja, e incluso condiciones causadas por esfuerzos repetitivos tales como diversos tipos de tendinitis y otras lesiones que no sanan correctamente. Se estima que aproximadamente el 18,9% de los canadienses mayores de 18 años de edad sufren de dolor crónico. Muchas personas dependen de analgésicos y otros medicamentos con el fin de poder desenvolverse normalmente en el día a día. Hay una variedad de terapias naturales que ofrecen alivio del dolor crónico. Esta serie discutirá algunas de estas terapias menos conocidas.

Muchas afecciones caracterizadas por dolor crónico incluyen inflamación debido a la activación del sistema inmune. Esto es así para la mayoría de las condiciones autoinmunes – tales como la artritis reumatoide (RA), artritis psoriásica, espondilitis anquilosante (EA), lupus (SLE), y otras artritis que -, así como para las migrañas, e incluso la fibromialgia, aunque esta última es menos -conocida.[2–4] La autoinmunidad se refiere a varias condiciones en las que el sistema inmune ataca a su propio cuerpo, produciendo anticuerpos contra las proteínas presentes en las células del propio organismo, activando las células T para reaccionar contra estas proteínas, o produciendo diversos productos químicos llamados citoquinas proinflamatorias.

Se han identificado alteraciones en la función digestiva en algunas de estas condiciones. En la fibromialgia, por ejemplo, existe una asociación con la presencia de “intestino permeable”. [7] ] “Intestino permeable” es un término que describe una situación en la que existe un deterioro en la función de barrera de la mucosa intestinal, permitiendo que las partículas de comida más grandes entren en el torrente sanguíneo y provoquen una reacción inmunológica. En un estudio de 40 pacientes con fibromialgia, 17 pacientes con síndrome de dolor crónico regional, y 57 controles normales, los pacientes con dolor crónico tenían tasas significativamente más altas de aumento de la permeabilidad intestinal en comparación con los controles normales. La presencia del aumento de la permeabilidad intestinal, o “intestino permeable”, también ha sido demostrada en pacientes con artritis juvenil. En otro estudio se encontró elevada permeabilidad intestinal en un grupo de pacientes con lupus, espondilitis anquilosante (EA), y otra condición llamada enfermedad de Behcet. 

Los Naturópatas ND reconocen que ciertos alimentos pueden actuar como disparadores para el desarrollo del intestino permeable, lo que puede conducir a la activación inmune cuando las proteínas de los alimentos implicados entran en la circulación. El consumo de estos alimentos puede conducir a la hiperactivación del sistema inmune, similar a lo que puede ocurrir con las alergias. El término “sensibilidad a los alimentos” se utiliza para describir este fenómeno. Aunque el rol de sensibilidad a los alimentos en el dolor crónico es todavía poco reconocido, hay una serie de estudios que sugieren una superposición entre algunas de estas condiciones, en particular, la fibromialgia, con la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten). En otro estudio sobre artritis reumatoide se encontró que estos pacientes tenían aumentado los niveles de anticuerpos específicos de alimentos presentes en el fluido intestinal, en comparación con los sujetos normales. Los alimentos implicados incluyen las proteínas de la leche de vaca (alfa-lactoalbúmina, beta-lactoglobulina, caseína), cereales, huevo de gallina (ovoalbúmina), bacalao y carne de cerdo. Resultados similares se encontraron en un estudio anterior sobre las proteínas de trigo y leche. 

La identificación y eliminación de la sensibilidad a los alimentos pueden representar una estrategia eficaz para el tratamiento del dolor crónico. Animamos a los lectores a buscar la guía de un médico naturista en la realización de este tipo de enfoque.

En la segunda parte vamos a discutir el papel de la terapia de acupuntura …

Referencias

1. Schopflocher, D., P. Taenzer, and R. Jovey. “The prevalence of chronic pain in Canada”. Pain Research & Management Vol. 16, No. 6 (2011): 445–450.

2. Kötter, I., et al. “Is there a predisposition for the development of autoimmune diseases in patients with fibromyalgia? Retrospective analysis with long term follow-up”. Rheumatology International Vol. 27, No. 11 (2007): 1031–1039.

3. Staines, D.R. “Is fibromyalgia an autoimmune disorder of endogenous vasoactive neuropeptides?” Medical Hypotheses Vol. 62, No. 5 (2004): 665–669.

4. Goldblatt, F. and S.G. O’Neill. “Clinical aspects of autoimmune rheumatic diseases”. The Lancet Vol. 382, No. 9894 (2013): 797–808.

5. Pablos, J.L. and J.D. Cañete. “Immunopathology of rheumatoid arthritis”. Current Topics in Medicinal Chemistry Vol. 13, No. 6 (2013): 705–711.

6. Wang, P. and S.G. Zheng. “Regulatory T cells and B cells: implication on autoimmune diseases”. International Journal of Clinical and Experimental Pathology Vol. 6, No. 12 (2013): 2668–2674.

7. Goebel, A., et al. “Altered intestinal permeability in patients with primary fibromyalgia and in patients with complex regional pain syndrome”. Rheumatology (Oxford) Vol. 47, No. 8 (2008): 1223–1227.

8. Picco, P., et al. “Increased gut permeability in juvenile chronic arthritides. A multivariate analysis of the diagnostic parameters”. Clinical and Experimental Rheumatology Vol. 18, No. 6 (2000): 773–778.

9. Fresko, I., et al. “Intestinal permeability in Behçet’s syndrome”. Annals of the Rheumatic Diseases Vol. 60, No. 1 (2001): 65–66.

10. Tovoli, F., et al. “Fibromyalgia and coeliac disease: a media hype or an emerging clinical problem?” Clinical and Experimental Rheumatology Vol. 31, No. 6 Suppl. 79 (2013): 50–52.

11. Hvatum, M., et al. “The gut-joint axis: cross reactive food antibodies in rheumatoid arthritis”. Gut Vol. 55, No. 9 (2006): 1240–1247.

12. O’Farrelly, C., et al. “IgA rheumatoid factor and IgG dietary protein antibodies are associated in rheumatoid arthritis”. Immunological Investigations Vol. 18, No. 6 (1989): 753–764.

Fuente: Naturopathic Currents