¿Realmente te tomas el tiempo para comer? ¿O como la mayoría de la gente, se apresuró durante las comidas porque la hora del almuerzo era demasiado corta? Hoy nos centramos en la importancia de masticar los alimentos y sus múltiples consecuencias en nuestro organismo si no están completos.
Yo mismo muy goloso y muy enérgico en la vida cotidiana, tengo la molesta costumbre de tragarme mi plato en un tiempo récord. ¡Con el tiempo, aparecen ciertos inconvenientes y las consecuencias pueden ser graves! Por tanto, el objetivo de este artículo es entender por qué es importante masticar bien los alimentos y qué beneficios disfrutaremos.
MASTICACIÓN, ¿PARA QUÉ ES REALMENTE?
Masticar romperá y aplastará la comida. Esta acción será fundamental para que la saliva pueda descomponer los alimentos con el fin de absorber mejor los nutrientes en el estómago y el intestino.
EL CURSO DE MALA MASTICACIÓN
HACIA UNA DIGESTIÓN DIFÍCIL
Menos asimilación y digestión difícil: Si la masticación no es completa, el estómago tendrá que hacerse cargo de reducir los trozos y ablandarlos. Esto resulta en un enorme gasto de energía y requerirá que trabaje más tiempo.
ASIMILACIÓN REDUCIDA
Otra consecuencia de la mala masticación: la asimilación de nutrientes. Dado que el cerebro no ha tenido tiempo de analizar lo que come, no sabrá qué enzimas producir y, por lo tanto, producirá enzimas “estándar” que serán menos efectivas. Dado que estas enzimas no están especializadas, recogerán menos nutrientes.
HINCHAZON Y DOLOR
Sin poder recuperar suficientes nutrientes, estos pasan a través de nuestros intestinos. Por lo tanto, es una cantidad anormalmente alta que llega al colon. La flora, demasiado cargada de nutrientes, comienza a producir gases. Aquí es cuando puede experimentar hinchazón o incluso dolor.
En pocas palabras: cuanto más mastiques, mejor digerirás. Masticar mejor puede mejorar algunos problemas digestivos y tiene su parte de beneficios.
LAS VIRTUDES INESPERADAS DE LA MASTICACIÓN
PARA ALIVIAR LOS TRASTORNOS DIGESTIVOS
Tomarse el tiempo para comer y agregar sal a su comida facilitará el trabajo de las enzimas digestivas. La digestión será más suave y ayudará a prevenir la hinchazón o el dolor.
PARA UNA MEJOR GESTIÓN DEL PESO
Masticar provocará en parte saciedad, es decir, la sensación de no tener más hambre. Masticar lo suficiente hace que el cerebro libere histamina después de 15 a 20 minutos. Ella es quien enviará el mensaje “¡Detente, ya no tengo hambre!”
Por lo tanto, si comemos demasiado rápido, ¡tenemos muchas posibilidades de comer más de lo que necesitamos! Nuestro cuerpo no habrá tenido tiempo de señalar el final de la comida una vez lleno. Además, la histamina también afecta el metabolismo de los lípidos, aumenta su eliminación, por lo que el cuerpo acumula menos grasa cuando mastica lo suficiente.
¡PARA MÁS ENERGÍA!
En pocas palabras, cuanto menos masticamos, más energía movilizará nuestra digestión para hacer el trabajo, además de lo que no hizo la masticación. Esta energía adicional solicitada representa el famoso “golpe de barra” que se siente después de ciertas comidas.
Si el trabajo de masticación se hace bien, aligerará el trabajo de nuestros órganos, por lo que tendremos menos fatiga y menos desgaste a largo plazo.
PARA UNA MEJOR SALUD DE DIENTES
Dato interesante: la sobreproducción de saliva ayuda a mantener el equilibrio de la cavidad bucal e incluso regula el pH de nuestra boca.
LO MEJOR PARA ÚLTIMO: ¿CÓMO TOMAR EL HÁBITO DE MASTICALMENTE BIEN?
COMER EN PAZ
No es necesario ir tan lejos como para comer en silencio, solo comer en un ambiente tranquilo te permite escuchar el sonido de tu propia masticación, por ejemplo. El cerebro, habiendo recibido ciertas señales, comenzará a enviar la información correcta a nuestro sistema digestivo.
INTENTE COLOCAR LOS CUBIERTOS ENTRE CADA MORDIDA
Este ejercicio resulta más o menos incómodo para los que tienen prisa por comer, pero al obligarnos a hacerlo nos permitirá masticar bien cada bocado antes de tomar el siguiente.
MASTICAR EN AMBOS LADOS
Este truco permite evitar posibles desequilibrios en el nivel articular de los maxilares.