La halitosis; por Angel Perera, Naturópata Colegiado

La higiene es la base para eliminar la mayor parte de los casos de mal aliento. La halitosis puede indicar problemas de salud, la boca es un lugar de cultivo de bacterias. Por eso cuidar la higiene mediante hábitos saludables y dietéticos es fundamental.

La halitosis es el mal aliento de la boca, su olor desagradable. Es un problema que se intensifica con el estrés, los trastornos de los senos para-nasales, las llagas bucales, caries, infecciones de encías y por el tabaco. Incluso puede ser resultado del exceso de sequedad en la boca . Se ha dicho también que el mal aliento puede producirse por los gases absorbidos del intestino y liberados a través de los pulmones.

Pero, generalmente, el origen del mal aliento suele estar en una superabundancia de bacterias productoras de compuestos sulfatados volátiles, de muy mal olor. En muchos casos, los culpables son los millones de bacterias que viven en la boca. Estas inducen la formación de placas dentales, un film de material pegajoso con bacterias que se forma al diente.

La falta de higiene dental, los empastes y coronas defectuosos  y las dentaduras postizas, pueden influir y aumentar el riesgo de la creación de placa bacterial. Estas bacterias crecen en los carbohidratos y proteínas en la boca que proceden de la dieta. Producen ácidos y una sustancia conocida como compuestos de sulfatados volátiles (VSC).

Tipo de mal aliento

A veces, el tipo de olor es síntoma de problemas muy concretos.

.- Por ejemplo, el “olor a podrido” puede indicar un deterioro dental, enfermedad de las encías o sinusitis.

.- Una “olor afrutado” podría ser síntoma de diabetes mellitus.

.- El “olor de queso” en un niño suele avisar de la presencia de un cuerpo extraño en su nariz.

.- Un olor a orina puede ser síntoma de fallo renal.

.- Un olor “ácida” puede denotar problemas de hígado tipo acetona.

Otras causas del mal aliento incluyen condiciones de origen patológico o químico. Por ejemplo la disfunción del hígado, la enfermedad pulmonar y la enfermedad respiratoria (las infecciones del pulmón).

Hay también medicamentos que pueden causar malos olores. La sequedad en la boca puede estar provocada por más de trescientos fármacos, entre los que hay antidepresivos y antihistamínicos.

El mal aliento matinal

La disminución del flujo de la saliva en la boca ha sido identificada como una de las causas del “mal aliento de la mañana”. La halitosis matinal se produce porque, durante el sueño, se deja de producir saliva. Esta mantiene la boca limpia de residuos. Sin saliva la boca se reseca y las células muertas y bacterias se adhieren a la lengua y en el interior de las mejillas. Así se producen los malos olores.

Los niños rara vez tienen el problema de mal aliento en la mañana, tan frecuente en los adultos. Pero con las infecciones de la garganta, especialmente en algunos tipos de amigdalitis, puede presentarse este desagradable problema.

Por otra parte, la respiración por la boca, el roncar, la edad y las preocupaciones sociales, contribuyen a la disminución de la saliva en la cavidad oral. Algunas dietas bajas en carbohidratos causan una condición llamada “el olor de hambre”. Este es el resultado de la cetosis, que es un uso incompleto de las grasas del cuerpo para la energía.

Un problema social

Muchos millones de personas atribuyen una gran importancia al aspecto social del mal aliento. Las personas que sufren de mal aliento pierden la confianza en sí mismos. Viven con un miedo constante de ofender o molestar a otras personas. Es una situación agotadora que disminuye la calidad de vida.

Muchas veces puede parecer un mal menor que no afecta para nada a quien lo sufre, pero que molesta a terceros y resulta, en definitiva, muy perjudicial para las relaciones personales. El mal aliento suele ser insoportable para todos menos para quien lo padece. La explicación a este hecho es que las células nasales capaces de detectar el olor acaban por no responder al constante flujo de efluvios fétidos.

Como combatirla

En el tratamiento de la halitosis se pueden corregir o eliminar las causas orgánicas. Hay una serie de remedios para evitar que el aliento sea un problema ruborizador. Entre estos se pueden destacar los siguientes:

.- Mantener una higiene bucodental adecuada. Hay que cepillarse los dientes después de cada comida sin excusa. Ir al dentista para eliminar el sarro y para descartar cualquier indicio de enfermedad periodontal.Esta es la principal productora de los compuestos sulfatados volátiles. Pero no sólo hay que cepillarse los dientes sino también la lengua y las encías.

.- Utilización del hilo de seda bucal para los espacios interdentales. Es esencial su utilización diaria, así como la visita al dentista dos veces al año. También hay rascadores para eliminar las bacterias de la lengua.

.- No fumar. El tabaco provoca mal aliento y es el principal factor de riesgo patológico evitable.

.- También provoca halitosis el consumo del alcohol. Si se bebe debe hacerse con moderación y, si es posible, con alimentos por medio. Asimismo hay que reducir el consumo de azúcares y dulces.

.- Consumir grasas con moderación. En personas con retraso en el vaciado del estómago pueden producir ácidos grasos y volátiles, y favorecen el mal aliento. Hay alimentos potencialmente favorecedores de la halitosis, como el ajo o la cebolla.

.- No permanecer muchas horas sin ingerir alimentos. Es recomendable tomar una manzana entre comida y comida. Es importante aumentar el consumo de verduras crudas que ayudan a proteger las encías.

.- También hay que beber agua para mantener oxigenada la boca, y masticar un trozo de limón -sin pelar- durante un par de minutos después de las comidas. Las pastillas y chicles con menta (y siempre sin azúcar) también son una ayuda, pero sólo eso, una ayuda.

En los más pequeños

La halitosis es un problema relativamente frecuente en la población infantil. Generalmente se atribuye a una higiene deficiente de la cavidad bucal y de sus piezas dentarias. No hay que restarle importancia porque puede ser el aviso de algún trastorno orgánico. Estos pueden ser afecciones como la estomatitis, gingivitis, faringoamigdalitis, rinitis o sinusitis.

Si un niño pequeño presenta mal aliento, y es sano hasta el momento de percibir esta mal, habrá que pensar en la posibilidad de que tenga introducido algún cuerpo extraño en sus fosas nasales. Si es así no hay que extraerlo. En su intento se podría introducir aún más. Llevar al niño al pediatra es el aconsejable.

Si no es este el caso, la raíz del problema quizá esté en una inadecuada higiene bucal. Una visita al dentista puede verificarlo. Si el examen odontológico descarta alteraciones bucales o mala higiene, se deberá consultar con el pediatra.

Fuente: Biosfera

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