Ḍiyāʾ Al-Dīn Abū Muḥammad ʿAbdllāh Ibn Aḥmad al-Mālaqī, el malagueño, donde nació a finales del siglo XII, en 1197 (posiblemente en Benalmadena) y murió en Damasco en 1248 como consecuencia de haber tomado una raíz venenosa que le produjo la muerte instantáneamente.
Comúnmente conocido como Ibn al-Baitar, empezó de herborista en Sevilla recogiendo plantas en sus alrededores con su maestro Abu al-Abbás al-Nabati. Hacia el año 1.200 emigra a Oriente después de pasar por Maruecos, Argelia y Túnez, después visita Asia Menor y Siria y a su llegda a Egipto fué nombrado por el monarca ayyubida Al-Kamil Muhammad al-Malik jefe de los herboristas . Desde El Cairo realizaba viajes científicos y por fin se instala en Damasco conoce a Ibn Abi Usaibia con el que herboriza. Fallece en esta capital en 1248.
Según Al Maqqari (historia y la literatura de los musulmanes de Al-Andalus) recopilo toda clases de plantas medicinales reelaborando las obras de Abulcasis, al-Gafiqi y de Sarif al-Idrisi, ordenando por orden alfabético del semítico, consiguiendo la obra más acabada de su tiempo
Ibn al-Baitar junto con el historiador, geógrafo y compilador de poesía,Alī ibn Mūsà ibn Sa’īd al-Magrib nos describen por primera vez en Egipto los fumadores de hasis en un viaje que hicieron a Egipto, pero no hizo su aparición en el occidente muslman hasta el siglo XIV, según testimonio del poeta Ibn Jamis que formaba parte del séquito del visir Ibn al-Hakim de Ronda.
- Comentario de las plantas que aparecen el libro de Dioscórides
- Libro suficiente en cuanto a los simples
- Libro de la recopilación de las medicamentos y alimentos simples
- Libro de la aclaración de información de los errores y falsedades que tiene Minhay
- Tratado de los simples
- Colección de cosas útiles para el cuerpo
- Nombres de minerales y plantas
- Tratado sobre el limón
- Epístola sobre los alimentos y las plantas
- Epístola sobre el tratamiento de los venenos
- La balanza o justo medio de la medicina
Ibn al-Baitar Nombró las plantas y describió el uso de más de 1400 especies mayormente de fitopea Amazigh (Bereber) cuya lengua tenía que conocer perfectamente. Su obra sería utilizada y traducida durante toda la Edad Media.