Cada vez que le digo a un paciente lo que hago en la ducha todos los días, me miran con inquietud y se estremecen: “¿Cómo pudiste hacer eso?”, Preguntan, seguido de: “No podía imaginarme voluntariamente sometiéndome a esa tortura cada día”.
Quizás te estés preguntando de qué estoy hablando. La respuesta puede sorprenderle: inmersión en agua fría, una forma de hidroterapia que se remonta a la antigüedad.
En su forma más simple, terminar su ducha con 30-60 segundos de una rociación de agua fría estimula la inmunidad, energiza y revitaliza el cuerpo y la mente, mejora: la circulación y la desintoxicación, la vitalidad de la piel y el cabello y el bienestar general.
En los días que tengo un poco más de tiempo, alterno los aerosoles calientes y fríos en la ducha con 3 minutos de agua caliente, seguido de 1 minuto de agua fría y repito eso durante un total de 3 ciclos.
La inmersión en agua fría está de moda, con atletas de alto nivel, ejecutivos e incluso Tony Robbins de la junta directiva.
¿Hay pruebas de que funciona? Sí. Lo juro por mí y por mis pacientes para evitar los resfriados y la gripe y para comenzar cada día.
La inmunidad y el resfriado común
De acuerdo con la Base de datos de normas naturales, la evidencia clínica preliminar muestra que tomar duchas calientes y frías alternadas, al menos cinco veces por semana, disminuyó la frecuencia del resfriado común. Funciona al aumentar no solo la circulación de la sangre y el líquido linfático, sino también al aumentar la cantidad de glóbulos blancos para combatir las infecciones.
Al aumentar el flujo de líquido linfático y glóbulos blancos, alternar duchas calientes y frías favorecen la desintoxicación, reducen el dolor en las articulaciones y estimulan la función inmune.
Dolor e inflamación muscular
El agua fría alivia los músculos doloridos y doloridos después del entrenamiento. Reduce la inflamación y puede disminuir la necesidad de tomar analgésicos.
Niveles de felicidad, energía y alerta mental
Aquellos que tomaron duchas frías durante al menos 2-3 minutos diarios durante varias semanas informaron una mejora en el estado de ánimo y una reducción en el dolor. El agua fría activa los receptores fríos en la piel, que a su vez activa nuestro sistema nervioso simpático, aumentando la liberación de nuestras endorfinas naturales y neurotransmisores que estimulan el cerebro.
Pruébelo, puede que se sorprenda de lo estimulante que es. Y, para las mañanas después de haber pulido la mayor parte del vino, puede ser un salvavidas.
Nota: Las personas con afecciones cardíacas, neuropatía diabética, pérdida de nervios o sensaciones u otras afecciones médicas graves siempre deben consultar con un profesional de la salud con licencia antes de comenzar la terapia con agua fría.
Fuente: drlisaweeks