Stepien, M., Duarte-Salles, T., Fedirko, V., Trichopoulou, A., Lagiou, P., Bamia, C., … & Fagherazzi, G. (2016). Consumption of soft drinks and juices and risk of liver and biliary tract cancers in a European cohort.European journal of nutrition, 55(1), 7-20.
PROPÓSITO: El objetivo del estudio fue evaluar las asociaciones entre la ingesta de refrescos combinados (endulzados con azúcar y endulzados artificialmente) y jugos de frutas y vegetales y el riesgo de carcinoma hepatocelular (CHC), conducto biliar intrahepático (IHBC) y cánceres del tracto biliar (GBTC) utilizando datos de la cohorte Europea de Investigación Prospectiva sobre Cáncer y Nutrición de 477,206 participantes de 10 países europeos.
MÉTODOS: Después de 11.4 años de seguimiento, se identificaron 191 casos de CHC, 66 IHBC y 236 GBTC. Las razones de riesgo y los intervalos de confianza del 95% (HR; IC del 95%) se estimaron con modelos de regresión de Cox con ajuste multivariable (consumo de energía total inicial, consumo de alcohol y patrón de consumo, índice de masa corporal, actividad física, nivel de logro educativo y autoinforme estado de diabetes).
RESULTADOS: No se observaron asociaciones de riesgo para IHBC o GBTC. El consumo combinado de bebidas gaseosas> 6 porciones / semana se asoció positivamente con el riesgo de CHC: HR 1.83; IC 95% 1.11-3.02, tendencia p = 0.01 versus no consumidores. En los análisis de subgrupos disponibles para el 91% de la cohorte de refrescos endulzados artificialmente, aumentó el riesgo de CHC en un 6% por incremento de 1 porción (HR 1.06, IC 95% 1.03-1.09, n casos = 101); Para los refrescos azucarados, esta asociación fue nula (HR 1.00, IC 95% 0.95-1.06; n casos = 127, p heterogeneidad = 0.07). El consumo de jugo no se asoció con el riesgo de CHC, excepto a ingestas muy bajas (<1 porción / semana: HR 0,60; IC del 95%: 0,38 a 0,95; tendencia p = 0,02 vs. no consumidores).
CONCLUSIONES: La ingesta diaria de refrescos combinados se asocia positivamente con el CHC, pero no se puede descartar una asociación diferencial entre el azúcar y el edulcorante artificial. Este estudio proporciona una idea de las posibles asociaciones de CHC con la ingesta de bebidas azucaradas. Se requiere más exploración en otros entornos.