Área de conocimiento: Naturopatía Descriptiva: “Aumento de la oxidación del ADN nuclear en el cerebro en la enfermedad de Alzheimer”

Gabbita, S. P., Lovell, M. A., & Markesbery, W. R. (1998). Increased nuclear DNA oxidation in the brain in Alzheimer’s diseaseJournal of neurochemistry, 71(5), 2034-2040. 

FONDO: Múltiples líneas de evidencia indican que el estrés oxidativo contribuye a la muerte neuronal en la enfermedad de Alzheimer (EA). El daño oxidativo que se produce en el ADN puede desempeñar un papel tanto en el envejecimiento normal como en las enfermedades neurodegenerativas, incluida la EA. 

OBJETIVO: Este es un estudio del daño oxidativo que ocurre en el ADN nuclear en los cerebros de pacientes con EA y sujetos de control cognitivamente intactos, evaluados prospectivamente y de edad similar. 

MÉTODO: El ADN nuclear de los lóbulos frontal, temporal y parietal y el cerebelo se aisló de 11 sujetos de control y 9 sujetos con AD, y las bases de purina y pirimidina oxidadas se cuantificaron mediante cromatografía de gases / espectrometría de masas. Los análogos de bases oxidadas marcadas con isótopos estables se utilizaron como patrones internos para medir 5-hidroxiuracilo, 5-hidroxicitosina, 8-hidroxiadenina, 4,6-diamino-5-formamidopirimidina (Fapy-adenina), 8-hidroxiguanina y 2,6-diamino-4-hidroxi-5-formamidopirimidina (Fapy-guanina). 

RESULTADOS: Se encontraron elevaciones estadísticamente significativas de 5-hidroxicitosina, 5-hidroxiuracilo, 8-hidroxiadenina y 8-hidroxiguanina en el cerebro con AD en comparación con los sujetos control (p <0,05). Hubo una mayor tendencia en los niveles de Fapy-adenina en el cerebro con EA, y la Fapy-guanina mostró una tendencia hacia niveles más altos en los cerebros de control en comparación con la EA. Un nivel generalmente mayor de daño oxidativo del ADN estaba presente en las regiones neocorticales que el cerebelo. No se observó correlación significativa entre las bases oxidadas y el enredo neurofibrilar y los recuentos de placa senil. 

CONCLUSIÓN: Nuestros resultados demuestran que el daño al ADN nuclear por radicales derivados del oxígeno aumenta en la EA y respalda el concepto de que el cerebro está bajo un mayor estrés oxidativo en la EA.