Ghaly, M., & Teplitz, D. (2004). The biologic effects of grounding the human body during sleep as measured by cortisol levels and subjective reporting of sleep, pain, and stress. Journal of Alternative & Complementary Medicine, 10(5), 767-776.
OBJETIVOS: Se midieron los niveles de secreción diurna de cortisol y se evaluaron los perfiles circadianos de cortisol en un estudio piloto realizado para probar la hipótesis de que la conexión a tierra del cuerpo humano durante el sueño producirá cambios cuantificables en el cortisol. También se planteó la hipótesis de que poner a tierra el cuerpo humano provocaría cambios en el sueño, el dolor y el estrés (ansiedad, depresión, irritabilidad), según lo medido por los informes subjetivos.
SUJETOS E INTERVENCIONES: Doce (12) sujetos con quejas de disfunción del sueño, dolor y estrés fueron puestos a tierra durante el sueño durante 8 semanas en sus propias camas utilizando una almohadilla conductora de colchón. Se administraron pruebas de saliva para establecer los niveles de cortisol basales previos a la puesta a tierra. Los niveles se obtuvieron a intervalos de 4 horas durante un período de 24 horas para determinar el perfil de cortisol circadiano. La prueba de cortisol se repitió en la semana 6. Los síntomas subjetivos de la disfunción del sueño, el dolor y el estrés se informaron diariamente durante el período de prueba de 8 semanas.
RESULTADOS: se observaron mejoras medibles en los perfiles diurnos de cortisol, con niveles de cortisol significativamente reducidos durante el sueño nocturno. Los perfiles de cortisol circadiano de 24 horas de los sujetos mostraron una tendencia hacia la normalización. Los síntomas informados subjetivamente, como la disfunción del sueño, el dolor y el estrés, se redujeron o eliminaron en casi todos los sujetos.
CONCLUSIONES: Los resultados indican que conectar el cuerpo humano a la tierra (“toma a tierra”) durante el sueño reduce los niveles nocturnos de cortisol y resincroniza más la secreción de hormona cortisol en alineación con el perfil de ritmo circadiano natural de 24 horas. Los cambios fueron más evidentes en las mujeres. Además, los informes subjetivos indican que conectar el cuerpo humano a la tierra durante el sueño mejora el sueño y reduce el dolor y el estrés.