La profesionalización es un proceso dinámico que permite el desarrollo integral del saber y del quehacer de la disciplina; así a medida que la Naturopatía ha ido evolucionando como profesión, estos procesos de cambio además de ser conformes con las necesidades naturales de salud, se han dirigido en la búsqueda del reconocimiento, desarrollando un lenguaje propio delimitado por un marco competencial teóricamente definido otorgando rigor y precisión a las intervenciones Naturopáticas.
Utilizar un lenguaje normalizado para documentar la práctica profesional Naturopática permite comparar y evaluar la efectividad de los Servicios Profesionales de Naturopatía proporcionados en múltiples situaciones y por distintos profesionales de la Naturopatía. El uso de los lenguajes estandarizados no inhibe la práctica sino que facilita la comunicación de los procedimientos efectuados en los Servicios Profesionales de Naturopatía colaborando, con ello, a mejorar la práctica a través de la investigación. La utilización de terminologías estandarizadas es considerado como un requisito previo indispensable para el Historial Personal de Salud (HPS) al cual está ligado el Programa Personal de Salud (PPS) Naturopático.
El conocimiento y la investigación Naturopática con su lenguaje propio y unificado, además de un signo de calidad, también es el camino para un ejercicio profesional autónomo e independiente en aquellos espacios profesionales que así lo requieren. Para los Profesionales Naturópatas, la nomenclatura es un vehículo que requiere un pensamiento crítico, analítico, creativo y exacto para comunicar a los otros los fenómenos de interés para la disciplina de forma adecuada.
Y en este sentido, la homogeneidad semántica e interpretativa de las taxonomías se convierte en una cuestión esencial: si el Profesional Naturópata no documenta su pensamiento de manera que pueda ser interpretado escrupulosamente por otros Profesionales Naturópatas y otros profesionales de la salud, este proceso de pensamiento es invisible, y por tanto inútil y no intercambiable. De ahí la exigencia de una nomenclatura útil que pongan en alza los Servicios Profesionales de Naturopatía.
El lenguaje es un instrumento en la consecución de la calidad y la eficiencia de los Servicios Profesionales de Naturopatía. No cabe ninguna duda de que el lenguaje estandarizado contribuye a mejorar la calidad, eficiencia, eficacia de los Servicios Profesionales de Naturopatía y seguridad del salutante, y, a su vez, favorece la autonomía y el control de la práctica profesional Naturopática.