Cuando somos deportistas, somos conscientes de que las lesiones pequeñas son comunes: tendinitis, dolor en las articulaciones, trastornos digestivos, dolor de espalda, etc. Estas pequeñas lesiones a veces pueden obligarnos a dejar de practicar durante varios días o incluso semanas. . Pero esto no es inevitable. De hecho, podemos prevenir estas lesiones adoptando un estilo de vida más saludable que sea más respetuoso con nuestro cuerpo.
1. Bebe suficiente
El agua representa entre el 60 y el 70% de nuestro organismo, el músculo contiene aproximadamente el 73% de agua y el plasma sanguíneo está compuesto por el 90% de agua. Si nuestra hidratación no es óptima, el plasma sanguíneo verá su papel disminuido, nuestras células tendrán menos suministros de nutrientes y el drenaje celular será menos eficiente, lo que puede conducir a problemas con tendinitis o incluso cálculos renales. Además, el agua se encuentra en grandes cantidades también en el líquido sinovial, ya que el líquido está alrededor de nuestras articulaciones, por lo tanto, la falta de agua causaría dolor en las articulaciones.
La ingesta adecuada de agua mantendrá su cuerpo hidratado y evitará las lesiones más comunes. Por lo tanto, no espere hasta tener sed para beber porque ya será demasiado tarde (la sensación de sed corresponde a una pérdida del 1% de su peso corporal, lo que constituye una pérdida del 5% de sus capacidades físicas).
2. Cuida tus dientes.
Este es un parámetro de nuestra salud que a menudo olvidamos: la buena salud de nuestros dientes y, sin embargo, una infección dental o amalgamas demasiado viejas pueden desempeñar un papel clave en nuestras lesiones.
➺Un ajuste imperfecto de las mandíbulas superior e inferior también es una causa común de tendinitis recurrente. Los dientes no se aprietan simétricamente, todas las cadenas musculares del cuerpo se tensan de manera desequilibrada.
➺El absceso dental y las infecciones de las encías combinarán los dos mecanismos anteriores. El dolor perturbará el cierre de las mandíbulas durante el ejercicio. Los microbios se bañarán en la sangre y quedarán atrapados en el tejido fibroso. Todo el organismo se irrita y se enciende.
Si eres propenso a la tendinitis recurrente, así como a lesiones en los mismos lugares recurrentes, entonces una visita al dentista sería la mejor decisión. También recuerde echar un vistazo una vez al año para evitar este tipo de inconvenientes.
3. Dormir en una posición adecuada.
El sueño es esencial para una recuperación óptima. Pero si no se hace de la manera correcta, puede causar lesiones. El primer punto sería elegir la ropa de cama adecuada. Duerma en un colchón cómodo (ni demasiado firme ni demasiado suave) con una almohada pequeña en lugar de una almohada. Evite acostarse boca abajo para evitar fortalecer el arco de la columna o aumentar el dolor lumbar. Las dos posiciones más óptimas son la posición de costado, las rodillas dobladas. Y la posición en la espalda con una pequeña almohada debajo del cuello y las piernas ligeramente separadas. Para prevenir las lesiones más frecuentes, recuerde equiparse bien para dormir.
4. Tener zapatos adecuados
Los zapatos inadecuados son como mandíbulas mal ajustadas: un factor clave en las lesiones, especialmente el dolor de rodilla, tendinitis y pubalgia. Elija un zapato que le quede bien mirando cómo se han desgastado los anteriores. Acérquese a un ortopedista, un fisioterapeuta o un osteópata que podrá observar su postura y aclararle la necesidad de usar una suela. Considere comprar zapatos específicos para el deporte que practica.
5. Ayudarse con los beneficios del agua.
El agua es una excelente manera de recuperarse después de un entrenamiento. Especialmente si fue largo e intenso. Limitará el riesgo de tendinitis, dolores musculares e inflamación alternando frío y calor. Esta es la técnica de la ducha escocesa. Debe comenzar aumentando gradualmente el agua con un máximo de 40 ° c. El calor estimulará la circulación al dilatar las venas y arterias. Luego tiene que bajar gradualmente la temperatura del agua hasta alcanzar agua fría de 20 ° C. Luego elevamos la temperatura. Haga esto durante un ciclo de 10 minutos, permaneciendo en agua fría la mitad del tiempo que en agua caliente. Cuando termina la ducha, nos permitimos descansar unos minutos recostándonos con las piernas levantadas.
6. Estirar y calentar
No descuides el calentamiento antes de una sesión deportiva. Esto ayudará a preparar los músculos para el ejercicio para que duren mucho y de manera eficiente. Circula energía alrededor del cuerpo en movimientos de calentamiento. Además, antes de la sesión o después de la sesión (depende de sus sensaciones) recuerde estirar los músculos para prepararlos para el esfuerzo y evitar cualquier riesgo de crisis, lágrimas, etc.
7. Revisa tu dieta
Para prevenir las lesiones más frecuentes, es mejor concentrarse en su dieta. De hecho, si se respetan todos los puntos anteriores pero se sigue lesionando o si una tendinitis no desaparece, será aconsejable hacer un reajuste de su programa de alimentos. Ciertos desequilibrios alimentarios o simplemente una dieta inadecuada para su perfil pueden causar tendinitis o trastornos articulares. Las familias de alimentos son conocidas en particular por causar inflamación.