Alimentando nuestra bioquímica cerebral; por Inmaculada Moliné, Naturópata

Son muchos los factores que condicionan nuestra salud mental y la evidencia científica respaldan la influencia que ejerce la alimentación sobre la incidencia y prevalencia de las enfermedades o trastornos mentales. 

Para construir el cerebro y el sistema nervioso, es necesaria una alimentación sana, equilibrada, sin carencias nutricionales y sin tóxicos. 

En artículos anteriores he explicado lo que considero una dieta equilibrada y en qué proporciones deben estar los grupos de alimentos, para evitar excesos y defectos nutricionales. 

Hoy explico pautas concretas para que nuestro cuerpo construya adecuadamente su sistema nervioso. Puesto que muchas perturbaciones y enfermedades, como depresión, ansiedad, estrés crónico, TDAH, empeoran o se iniciar si el terreno biológico no es el adecuado. 

Nuestro sistema nervioso se comunica a través de neurotransmisores que liberan en el espacio sináptico, entre las neuronas, y trasmiten la información de una neurona a otra. 

Los neurotransmisores nos permiten entender la asociación entre la activación del sistema nervioso y el comportamiento. No sólo tienen importancia para la conservación de las funciones vitales del cuerpo. El tener una deficiencia o un exceso de algún neurotransmisor puede producir desórdenes en diferentes planos. Los principales tipos de Neurotransmisores son:

√ La ACETILCOLINA, está implicada en la memoria, la recompensa y en la contracción muscular. 

√ El GABA, es el principal inhibidor del SNC. 

√ DOPAMINA, responsable del BUEN ANIMO y de la motivación. 

√ SEROTONINA, responsable del BUEN HUMOR. 

√ CATECOLAMINAS (adrenalina, Noradrenalina), participan en la activación del cuerpo cuando se somete a estrés. 

√ ENDORFINAS, interactúan en los receptores opiáceos y alivian el dolor, aumentan las sensaciones placenteras. 

¿Qué nutrientes necesita nuestro sistema nervioso? 

Los neurotransmisores se forman a partir de aminoácidos (glutamina, tirosina, triptófano, etc.) colina y ácido acético. Pero también necesita para su formación enzimas, vitaminas del grupo B, magnesio, zinc, vitamina C, Same, Biopterina. 

Y teniendo en cuenta que muchos de estos neurotransmisores se forman en el intestino e hígado. La salud intestinal y hepática será́ fundamental para mantener un nivel adecuado de neurotransmisores. 

No olvidemos el papel de la grasa saludable en el buen funcionamiento del sistema nervioso. Los ácidos grasos omega 3 están implicados en la modulación, síntesis, degradación y recaptación de los neurotransmisores, su uso mejora la depresión, TDAH, trastorno bipolar, estrés, psicosis. Los fosfolípidos son necesarios en la formación correcta de la vaina de mielina. 

Sin olvidar la glucosa como nutriente energético. Se necesitan niveles mantenidos de glucosa en sangre para que no existan fluctuaciones del ánimo, concentración, memoria. 

Muchos estados depresivos o ansiosos se inician o se perpetúan si el nivel de glucosa sanguíneo no es constante. 

Hay que mencionar que, si existen metales pesados, tóxicos ambientales y pesticidas en nuestro cuerpo; se pueden comportar como neuro-toxinas y producirnos perturbadoras cerebrales. 

Así́ pues, los alimentos implicados en el equilibrio emocional y en el buen funcionamiento del sistema nervioso son: 

√ Pescados, leguminosas más cereales integrales, carnes y huevos de animales criados en libertad, frutos secos, semillas como buenas fuentes proteicas. 

√ Semillas, legumbres, cereales integrales, tubérculos, germinados, levaduras, algas proveedores de vitaminas del grupo B.

√ Vegetales de hoja verde que nos aportan vitaminas como la vitamina C, presente también en frutas como acerola, kiwi, fresas, cítricos, guayaba, grosella, etc. 

√ Vegetales, frutas, frutos secos legumbres cereales integrales, algas y pescados que nos aportan minerales. 

√ Pescados grasos azules, semillas de lino, chía, nueces que nos ofrecen sus omegas 3 

√ Krill, marisco, soja que contienen fosfolípidos. 

Finalizo este artículo con la reflexión de que es bueno proponer una dieta adecuada y añadir ciertos complementos nutricionales como parte del buen manejo de los desórdenes emocionales. 

Fuente: inmaculadamoline.es/