La salud óptima depende del equilibrio hormonal; por Mamie Burruss, Naturópata ND

¿Qué tienen que ver las hormonas con tu salud? Bueno … todo! ¡Las hormonas afectan su energía, sueño, peso, respuesta al estrés, menstruación, función digestiva, función inmune y más! En resumen, las hormonas equilibradas son cruciales para cultivar y mantener la salud.

Pero, ¿sabía usted que nuestros diferentes sistemas hormonales (como la glándula tiroides, las glándulas suprarrenales y las hormonas sexuales) se comunican e impactan entre sí? Esto significa que los desequilibrios en un área a menudo conducen a desequilibrios en otras hormonas con el tiempo. 

Por ejemplo, una mujer con disfunción suprarrenal como resultado del estrés crónico puede comenzar a experimentar síntomas de desequilibrio hormonal sexual, pero lo contrario también es cierto. Y la resistencia a la insulina por irregularidades de azúcar en la sangre de larga data debido a malas elecciones dietéticas puede afectar la función tiroidea y viceversa.

Además de impactarse entre sí, las hormonas también afectan directamente la función digestiva e inmune. 

Un ejemplo común de los niveles hormonales que afectan la digestión es la tendencia al estreñimiento con hipotiroidismo. Sin las cantidades adecuadas de hormona tiroidea, la contracción normal de los músculos que recubren los intestinos se debilita y el movimiento de las heces a través del tracto gastrointestinal se ve comprometido. Esto puede conducir a disbiosis (un desequilibrio de los microbios que viven en el intestino), hemorroides y una mayor carga tóxica, entre otros problemas. 

Otro ejemplo ilustra la relación entre las hormonas sexuales y el tracto digestivo. Las células en su intestino tienen receptores de estrógeno y progesterona, lo que significa que su sistema digestivo está diseñado para detectar y responder a estas hormonas sexuales. Esto explica parcialmente por qué muchas mujeres experimentan un cambio en los hábitos intestinales dependiendo de dónde se encuentren en su ciclo menstrual. Resulta que el estrógeno y la progesterona afectan la rapidez con que los alimentos se mueven a través del tracto gastrointestinal, así como el nivel de inflamación presente en el intestino. 

Las hormonas también afectan directamente la función inmune. Por ejemplo, el aumento de la producción de cortisol debido al estrés suprime el sistema inmunitario, lo que lo hace más susceptible a enfermarse o desarrollar cáncer. Los niveles subóptimos de la hormona tiroidea pueden dificultar la respuesta del sistema inmunitario a los virus y la inflamación. Los niveles anormalmente altos o bajos de estrógeno deprimen la actividad inmune, y el estrógeno, la progesterona y la testosterona influyen en gran medida en la aparición y gravedad de los trastornos autoinmunes. 

Los síntomas como fatiga, irregularidades menstruales, períodos dolorosos o intensos, aumento de peso, ansiedad e insomnio, así como la presencia de enfermedades autoinmunes o gastrointestinales, pueden ser signos de que uno o más de sus sistemas hormonales están fuera de control.

​¿Qué áreas tienen el mayor impacto en la función hormonal y el equilibrio? 

Lo que pones en tu cuerpo, cómo vives tu vida y cómo respondes al estrés.

Fuente: drmamie.com