En el contexto del mundo globalizado, donde la ciencia, la tecnología y la información están dentro del alcance de muchos, las profesiones, y específicamente la Naturopatía, enfrentan la necesidad de perfeccionar sus procesos de trabajo con vistas a garantizar a los usuarios Servicios Profesionales de Naturopatía de calidad.
La Naturopatía tiene conciencia de su responsabilidad ante la calidad del Servicio Profesional de Naturopatía que presta al usuario, a la institución, a la ética, a las leyes y a las normas de la profesión, Naturopática y también de la contribución de su desempeño en la evaluación del Servicio Profesional de Naturopatía y satisfacción de los usuarios.
El Naturópata, como cualquier otra persona, es un ser moral que debe estar continuamente en una reflexión ética, la cual le permita revaluar sus compromisos con el salutante en cualquiera de las etapas del ciclo vital. Como primera medida, el mayor compromiso es el de defender la vida en sí misma, reconociéndole a cada persona su dignidad, su individualidad, intimidad, autonomía, capacidad de autorregularse, entre otros factores, siempre aplicando los principios y valores morales durante la elaboración del proceso de intervención Naturopática que debe brindar.
También se requiere que el Profesional Naturópata Colegiado, en su cotidianeidad, siempre ponga en práctica sus principios éticos, junto con sus valores, actuando con ejemplo, impartiendo educación a quienes lo rodean, divulgando el análisis de la ética en las organizaciones donde labora, entre sus colegas y superiores, involucrando todos estos aspectos en la elaboración del Programa Personal de Salud.
En este contexto, el Profesional Naturópata Colegiado tiene diversas obligaciones que cumplir en su desempeño profesional, las cuales están estrechamente relacionadas con las aptitudes valores y capacidades de liderazgo con el que desempeñamos una relación ético /moral.