La Ciencia y Profesión Naturopática ha evolucionado de forma constante, acompasada con el devenir de los tiempos, como disciplina científica; aceptándose por los propios profesionales de la Naturopatía y por otros que contribuyen en su labor, que esta profesión posee dos dimensiones: ciencia y aplicación de los descubrimientos científicos a los Servicios Profesionales de Naturopatía, o lo que es lo mismo, la práctica profesional de la Naturopatía.
El desarrollo científico técnico de los Profesionales Naturópatas ha posibilitado obtener niveles notables de competencia y desempeño, que se reflejan en el enfoque humanista de la Profesión Naturopática al abordar los problemas de salud y la satisfacción de necesidades naturales de salud como eje central de su praxis profesional, influenciado además, por concepciones filosóficas que se materializan en la propia concepción e instrumentación del modo de actuación profesional: el Proceso del Acto Naturopático (PAN).
Hoy en dia, ser un profesional de la Naturopatía lleva implícito una serie de cualidades singularmente especiales: Requiere crear y construir permanentemente nuestra profesión. Requiere de una preparación y un saber científico, técnico, humano, que posibilite enseñar y colaborar con las necesidades naturales de salud de cada persona (individuo-sociedad-naturaleza) como ser único, incorporando su entorno, la familia y la comunidad.
En el ejercicio profesional de la Naturopatía experimentamos con frecuencia la necesidad de conocimientos, habilidades, competencia relacional y emocional para manejar con soltura y eficacia la relación y hacer que esta sea un instrumento de Participación – Colaboración – Protagonismo (relación PCP).
La Naturopatía ha avanzado con decisión para instaurarse como disciplina científica. Comenzó a crear y sometió a prueba sus propias bases teóricas, a fomentar el desarrollo académico de las personas que ejercen a nivel profesional, a aplicar sus propias teorías a la práctica y a utilizar esta para enriquecer aquellas.