Hemilä, H. (2014). The effect of vitamin C on bronchoconstriction and respiratory symptoms caused by exercise: a review and statistical analysis. Allergy, Asthma & Clinical Immunology, 10(1), 58.
La actividad física aumenta el estrés oxidativo y, por lo tanto, los efectos antioxidantes de la administración de vitamina C pueden hacerse evidentes en personas que realizan ejercicio vigoroso.
La vitamina C está involucrada en el metabolismo de la histamina, las prostaglandinas y los cisteinil leucotrienos, todos los cuales parecen ser mediadores en la patogénesis de la broncoconstricción inducida por el ejercicio (BEI).
Tres estudios que evaluaron el efecto de la vitamina C en pacientes con EIB fueron sometidos a un metanálisis y revelaron que la vitamina C redujo la disminución del FEV 1 después del ejercicio en un 48% (IC 95%: 33% a 64%). La correlación entre el post-ejercicio FEV 1disminución y los síntomas respiratorios asociados con el ejercicio son pobres, sin embargo, los síntomas son los más relevantes para los pacientes.
Otros cinco estudios examinaron sujetos que estaban bajo estrés físico intenso a corto plazo y revelaron que la vitamina C redujo la incidencia de síntomas respiratorios en un 52% (IC del 95%: 36% a 65%).
Otro ensayo informó que la vitamina C redujo a la mitad la duración de los síntomas respiratorios en nadadores competitivos adolescentes varones. Aunque el FEV 1 es el resultado estándar para evaluar el BEI, otros resultados pueden proporcionar información adicional.
En particular, la disminución media posterior al ejercicio de FEF 50 es el doble de la disminución de FEV 1 . Schachter y Schlesinger (1982) informaron el efecto de la vitamina C en la FEF 60 inducida por el ejercicio.Los niveles en 12 pacientes que padecen BEI y sus datos se analizan en este documento. La disminución del FEF 60 posterior al ejercicio fue superior al 60% para cinco participantes y una disminución tan dramática indica que el nivel absoluto del FEF 60 posterior al ejercicio se convierte en un resultado importante por derecho propio. La vitamina C aumentó los niveles de FEF 60 después del ejercicio en un 50% a 150% en esos cinco participantes, pero no tuvo un efecto significativo en los otros siete participantes.
Por lo tanto, la investigación futura sobre los efectos de la vitamina C en el BEI no debe limitarse a medir solo el FEV 1 . La vitamina C es económica y segura, y se justifica un estudio adicional en aquellas personas que tienen EIB o síntomas respiratorios asociados con el ejercicio.