Área de conocimiento: Naturopatía Descriptiva “La lesión renal aguda prolongada exacerba la inflamación pulmonar a los 7 días después de la lesión renal aguda”

Andres‐Hernando, A., Altmann, C., Bhargava, R., Okamura, K., Bacalja, J., Hunter, B., … & Faubel, S. (2014). Prolonged acute kidney injury exacerbates lung inflammation at 7 days post‐acute kidney injury. Physiological reports, 2(7), e12084.

Los pacientes con lesión renal aguda (IRA) tienen mayor mortalidad; Los datos sugieren que la duración, no solo la gravedad, de AKI predice un aumento de la mortalidad. Los modelos animales sugieren que la IRA es una enfermedad multisistémica que afecta de manera nociva a los pulmones, el corazón, el cerebro, el intestino y el hígado; en particular, estos efectos solo se han examinado dentro de las 48 h, y se desconocen los efectos a más largo plazo. 

En este estudio, examinamos los efectos sistémicos a largo plazo de AKI, con un enfoque en la lesión pulmonar. Los ratones se estudiaron 7 días después de un episodio de IRA isquémica (22 minutos de pinzamiento del pedículo renal y luego reperfusión) y se presentaron numerosos trastornos, incluyendo (1) inflamación pulmonar; (2) aumento de las citocinas proinflamatorias séricas; (3) lesión hepática; y (4) aumento del catabolismo muscular. 

Dado que la sobrecarga de líquidos puede causar complicaciones respiratorias después de la IRA y el manejo de líquidos es un componente crítico de la atención posterior a la IRA, investigamos varias estrategias de administración de líquidos en el desarrollo de inflamación pulmonar después de la IRA. Se probaron cuatro estrategias diferentes de fluidos: 100, 500, 1000 o 2000μ L de solución salina administrada por vía subcutánea diariamente durante 7 días. Curiosamente, a los 7 días después de ‐ AKI, los grupos de fluidos de 1000 y 2000 μ L tuvieron un AKI menos severo y una inflamación pulmonar menos severa en comparación con los grupos de 100 y 500 μ L. 

En resumen, nuestros datos demuestran que el manejo adecuado de los líquidos después de un episodio de IRA isquémica condujo a (1) una recuperación más rápida de la función renal y (2) redujo significativamente la inflamación pulmonar, de acuerdo con la idea de que las intervenciones para acortar la duración de la IRA tienen el potencial de reducir complicaciones y mejorar los resultados del paciente.