¡El magnesio es un aliado precioso para el invierno!; por Aurélie Vangeon, Naturópata

El magnesio es un oligoelemento esencial porque está involucrado en más de 300 reacciones enzimáticas en nuestro cuerpo (transmisión nerviosa, relajación muscular, síntesis de proteínas, estimulación de la formación de anticuerpos …). 

Aproximadamente la mitad de la población en los Estados Unidos no consumiría suficiente magnesio con signos de deficiencia que varían de persona a persona: dolor de cabeza, astenia, calambres, disminución de la inmunidad, espasmos del párpado … 

En este invierno, muchos de nosotros observamos una disminución en nuestra forma general que se manifiesta por fatiga, una inmunidad más débil (secreción nasal, bronquios congestionados, dolor de garganta …) y una moral que no siempre es la multa fija .

proporción de magnesio sus múltiples roles pueden ayudarnos a cruzar con serenidad este período más difícil en la reducción de la sensación de ” depresión estacional ” en la mejora de la acción del sistema inmunológico y mejorar el nivel de energía .

En 126 pacientes con depresión leve a moderada, seis semanas de suplementos de magnesio (a través de mensajes químicos) mejoraron el estado de ánimo y los síntomas depresivos en solo dos semanas [1].

Además del magnesio, la espirulina puede ser un excelente suplemento para la inmunidad . Rico en oligoelementos, vitaminas, proteínas y ficocianina (poder antioxidante 3 veces mayor que el de la vitamina C), sus propiedades antivirales y antibacterianas están comprobadas.

Para obtener más información, visite nuestro artículo sobre la espirulina y la inmunidad .

Un estudio encontró que las personas con síndrome de fatiga crónica tenían niveles más bajos de magnesio en sangre que las personas sanas. Se realizó un ensayo clínico y 12 de 15 pacientes que fueron suplementados con magnesio informaron tener más energía, menos dolor y una mejor moral [2].

El magnesio también juega un papel clave en el buen funcionamiento del sistema inmune . Se ha observado que una deficiencia de magnesio tiene varias consecuencias en su funcionamiento. La deficiencia puede causar inflamación crónica debido a la producción de citocinas proinflamatorias. También existe una disfunción de la apoptosis , mecanismo de autodestrucción celular, que elimina las células que se han vuelto inútiles, peligrosas o envejecidas. Finalmente, la falta de magnesio acelera la disfunción del timo , órgano clave del sistema inmune que participa en la maduración de los linfocitos T, así como del bazo, el sitio de activación de los linfocitos T [3].

Por último, más allá de ser un aliado piojo r invierno, estudios alentadores están en marcha para poner de relieve el vínculo entre la importancia de magnesio y prevención de enfermedades neurológicas tales como dolor crónico, epilepsia, Enfermedades de Alzheimer y Parkinson [4] y en la lucha contra la adicción (drogas, cafeína, alcohol, nicotina …). 

Consejo Naturopático: comer alimentos ricos en magnesio (algas, aguacate, cereales integrales, plátanos, frijoles de soya, higos, mariscos, vegetales de color verde oscuro, nueces, pescado, manzanas, productos lácteos y carnes) duerma y haga una actividad deportiva si fuera posible para sintetizar vitamina D. Como suplemento para este invierno, le recomiendo que combine magnesio y espirulina (Spirumag), para tener una sinergia aún más efectiva . 

Referencias

[1] Rajizadeh A. & al, Effect of magnesium supplementation on depression status in depressed patients with magnesium deficiency: A randomized, double-blind, placebo-controlled trial, Nutrition. 2017 Mar;35:56-60. Epub 2016 Nov 9. 
[2] Cox IM, Campbell MJ, Dowson D. Red blood cell magnesium and chronic fatigue syndrome. Lancet. 1991 Mar 30. 
[3] Tam, M., Gómez, S., González-Gross, M. et al. Possible roles of magnesium on the immune system. Eur J Clin Nutr 57, 1193–1197 (2003). 
[4] Kirkland AE, Sarlo GL , Holton KF .The Role of Magnesium in Neurological Disorders. Nutrients. 2018 Jun 6;10(6). pii: E730. 
[5] Nechifor M .Magnesium in addiction – a general view. Magnes Res. 2018 Aug 1;31(3):90-98.

Fuente: Le Blog Natésis