Mi hijo (B) tenía alrededor de un año cuando comenzó a mostrar signos de una posible intolerancia. Estaba mostrando erupciones en la piel que le picaban y le picaban, y en su peor momento, y durante su fase de “crisis curativa”, lo dejaría con sábanas manchadas de sangre, innumerables noches sin dormir para todos nosotros, y pruebas y pruebas de diferentes cremas para ver lo que mejoraría su eczema.
Debido a mis estudios, comencé a probar diferentes cosas. Se alivió si no lo bañé mucho (el agua puede ser dura para la piel y la limpieza altera el microbioma sano que se encuentra allí, similar a la de nuestras bacterias intestinales) y se inflamó durante el invierno, y también después de aplicar filtros solares durante el verano.
Empecé con probióticos, similares a los de mi hija (A) pero a una dosis diferente y una mezcla de cepas ligeramente diferente. También intenté quitarle los salicilatos ya que A también estaba pasando por un período de prueba, pero no ayudó. Mientras que A parecía estar mejorando, B se volvió casi peor. Agregar hierbas y zinc ayudó, pero sabía que tendría que descubrir cuáles eran sus factores desencadenantes, que son los lácteos, y el efecto que tiene en su microbioma intestinal. Durante un período más prolongado de probióticos, suplementos y hierbas, finalmente lo reducimos a nada, solo piel clara y saludable, esto después de un gran brote que parecía ser su “crisis de curación”, un período que muchos pasarán por donde empeora a medida que el cuerpo está sanando y limpiando el cuerpo, antes de ver mejoras dramáticas.
Evitamos los baños diarios, champús y jabones; Tuvimos que probar diferentes filtros solares, y solo podemos usar una marca de detergente en polvo, pero ahora su piel rara vez se inflama. Cuando lo haga, puedo volver a conectarlo con una dieta más pobre, calor o bañarlo con demasiada frecuencia. De vez en cuando tengo que hacer un período de mantenimiento de suplementos, hierbas o probióticos, pero como A, esto ocurre generalmente cuando no se encuentra bien, o cuando ha habido un poco de desequilibrio en el intestino, por ejemplo, en Navidad, ¡después de unos cuantos dulces!
Un cuento más corto que el de A, pero no menos que cambia la vida. Temo pensar en lo que sería nuestro hogar tranquilo si no fuera por el descubrimiento de su sensibilidad, el desequilibrio intestinal en curso de los microbios y la intolerancia a los lácteos.
Para tu información, una vez me preguntaron qué champú y acondicionador utilizo ya que su cabello es tan brillante y saludable. ¡Se sorprendieron cuando les dije que no uso nada más que agua!